Cashback en tarjetas – Cómo funciona y cuáles son las mejores opciones
El término cashback se ha puesto de moda en los últimos años. Muchos bancos y fintech lo presentan como una ventaja irresistible: te devuelven dinero cada vez que usas tu tarjeta. Pero, ¿qué hay realmente detrás de este sistema?, ¿por qué los bancos te devuelven parte de lo que gastas?, ¿qué ganan ellos con esto?
En este artículo vamos a explicarlo todo: qué es el cashback, por qué lo usan las entidades, qué tipos existen, qué tarjetas ofrecen mejores condiciones y cómo aprovecharlo de manera inteligente.

¿Qué es el cashback en tarjetas?
El cashback es, en pocas palabras, un reembolso en efectivo que recibes al pagar con tu tarjeta de crédito o débito. Funciona como una especie de “descuento diferido”: primero pagas el precio completo y después la entidad emisora de la tarjeta te devuelve un porcentaje del gasto.
Ejemplo práctico: compras en un supermercado por valor de 100 €. Si tu tarjeta tiene un cashback del 2 %, recibirás 2 € de vuelta en tu cuenta o como saldo disponible. Puede parecer poco, pero si acumulas esta devolución en tus compras habituales durante meses, el ahorro se vuelve considerable.
¿Por qué los bancos lo usan?
A primera vista parece contradictorio: ¿por qué un banco regalaría dinero? La realidad es que el cashback es una herramienta de marketing muy efectiva. Estas son las principales razones:
- Fidelización: si una tarjeta te devuelve dinero, es más probable que la uses siempre. El banco se asegura de que seas un cliente activo.
- Aumento del consumo: cuando percibes un beneficio por gastar, es más fácil que uses la tarjeta incluso para compras pequeñas.
- Diferenciación: en un mercado donde todas las tarjetas parecen iguales, el cashback marca la diferencia.
- Puerta de entrada a otros productos: una vez te acostumbras a usar la tarjeta, es más sencillo que aceptes abrir una cuenta, contratar un seguro o invertir con el mismo banco.
¿Qué ganan los bancos con el cashback?
Aunque el cliente recibe dinero, el banco no pierde. En realidad, gana en varios frentes:
- Comisiones de los comercios: cada vez que pagas con tarjeta, el comercio paga una pequeña comisión al banco. Con un gran volumen de clientes, estas comisiones superan con creces lo que devuelven en cashback.
- Intereses de crédito: si usas la tarjeta de crédito y no pagas todo a fin de mes, los intereses compensan cualquier devolución.
- Datos de consumo: los bancos conocen mejor tus hábitos de gasto y pueden ofrecerte productos ajustados a tu perfil.
- Imagen de marca: el cashback proyecta una imagen de “banco moderno” que premia a sus clientes.
Tipos de cashback en tarjetas
No todas las tarjetas ofrecen el mismo sistema de devolución. Existen diferentes modalidades:
1. Cashback fijo
Un porcentaje estándar en todas las compras (1 %, 2 %, etc.). Es simple, transparente y muy atractivo para quienes no quieren complicaciones.
2. Cashback por categorías
Devuelven más en ciertos sectores: supermercados, gasolina, viajes, restauración… Ideal si concentras tu gasto en esas áreas.
3. Cashback en comercios asociados
El banco negocia acuerdos con marcas concretas. Comprando allí puedes recibir hasta un 10 % o 15 % de devolución.
4. Cashback en puntos
En lugar de dinero, acumulas puntos o millas canjeables por viajes, productos o experiencias.
5. Cashback reinvertido
Algunas fintech permiten que tu devolución se reinvierta automáticamente en fondos o acciones. Así tu cashback trabaja por ti.
6. Cashback en criptomonedas
Una modalidad innovadora: la devolución se realiza en Bitcoin o en otra criptomoneda, con la posibilidad de que su valor aumente con el tiempo.
Mejores tarjetas con cashback en el mercado (2025)
El panorama cambia cada año, pero estas son algunas de las más destacadas actualmente:
- Revolut: según el plan contratado, devuelve entre 0,4 % y 1 % en todas tus compras. Además, permite acumular puntos que se canjean por vuelos o experiencias.
- BBVA Aqua Más: ofrece hasta un 2 % en compras el primer año y destaca por su seguridad (CVV dinámico).
- ING: devuelve un 3 % en gasolineras Shell y Galp, además de descuentos en otros comercios a través de su programa Shopping Naranja.
- EVO Banco: hasta un 1,5 % en Amazon y promociones periódicas en marcas conocidas.
- Trade Republic: su “Saveback” devuelve el 1 % en todas tus compras, pero automáticamente lo reinvierte en tus planes de inversión.
- N26 Business: devuelve hasta un 0,5 % en compras, aunque solo para cuentas profesionales.
- Bunq Easy Green: una opción premium con hasta un 2 % de devolución en determinadas categorías.
- Openbank e imagin: más centradas en descuentos exclusivos en marcas y experiencias, que actúan como un cashback indirecto.
Ventajas del cashback
- Ahorro automático: recibes dinero sin esfuerzo adicional.
- Transparencia: en las modalidades fijas sabes exactamente cuánto vas a recuperar.
- Flexibilidad: puedes usar la devolución para ahorrar, gastar o invertir.
- Acumulable: cuanto más usas tu tarjeta, más recibes.
Inconvenientes del cashback
- Comisiones ocultas: algunas tarjetas con cashback tienen costes de mantenimiento que pueden anular la ventaja.
- Límites de devolución: muchas veces existe un tope mensual o anual.
- Riesgo de sobreconsumo: si gastas más solo por conseguir el cashback, acabas perdiendo dinero.
- Condiciones vinculadas: algunos bancos exigen domiciliar nómina, recibos o mantener un saldo mínimo.
Cashback vs descuentos directos
Conviene no confundir el cashback con un descuento al pagar.
- Descuento directo: pagas menos en el momento.
- Cashback: pagas el precio completo y recibes una devolución posterior.
Psicológicamente, el cashback puede motivar más, ya que sientes que el banco “te da dinero” cada mes, aunque en realidad es una forma distinta de aplicar un descuento.
Consejos para aprovechar al máximo el cashback
- Elige la tarjeta que mejor encaje con tus hábitos de consumo: si gastas mucho en gasolina, busca una con cashback en gasolineras.
- Evita comisiones: si una tarjeta cobra más de lo que devuelve, no compensa.
- Paga siempre a fin de mes: los intereses de una tarjeta de crédito se comen cualquier beneficio.
- No gastes más de lo que necesitas: el cashback no justifica compras impulsivas.
- Revisa límites y caducidades: algunos programas solo permiten acumular hasta cierto punto.
- Combina cashback con otros beneficios: hay tarjetas que suman seguros de viaje, descuentos adicionales o programas de puntos.
Conclusión
El cashback ha revolucionado la forma en que usamos las tarjetas. Lo que empezó como una estrategia de marketing se ha convertido en un beneficio real para los clientes, siempre que se utilice de forma responsable. Existen distintas modalidades, desde la clásica devolución fija hasta el innovador cashback en criptomonedas o reinvertido en inversiones.
Hoy en día, bancos tradicionales y fintech compiten ofreciendo las mejores condiciones, lo que significa que tú, como consumidor, tienes más opciones que nunca. La decisión final depende de tus hábitos de gasto y de tus objetivos financieros.
Recuerda: el cashback es una herramienta útil, pero no sustituye a una buena planificación financiera. Úsalo como complemento a tu estrategia de ahorro e inversión y conviértelo en un aliado, no en una excusa para gastar más.
